La lactancia materna es fundamental como factor protector para la desnutrición porque brinda los requerimientos nutricionales necesarios para los recién nacidos y la práctica de manera exclusiva hasta los seis meses de edad, favorece el vínculo madre – hijo, la adecuada alimentación y futuros procesos de masticación y fonación (1). Así mismo, la leche materna posee factores inmunológicos que protegen a los niños de infecciones y otras enfermedades (2), así como ofrece protección a la mujer a corto y largo plazo.
Adaptado. Elaborado por : Martha Cecilia Prada. Enfermera perinatóloga. Fuente: Breastfeeding and the Benefits of lactation for women’s health. https:/www.scielo.br/pdf/rbgo/v40n6/0100-7203-rbgo-40-06-00354.pdf
Tanto la posición del bebé como de la madre y el agarre del pecho por parte del bebé son puntos fundamentales para el logro y mantenimiento de la lactancia (8):
Fuente: Presentación Promoción, protección y apoyo a la lactancia materna. Puntos clave para la lactancia materna. Martha Cecilia Prada, enfermera perinatóloga, 2019.
Las posiciones deben buscar la comodidad de la madre y su hijo, así como suplir las necesidades específicas relacionadas con el agarre, condiciones anatómicas del pecho o la boca del bebé, el tamaño de los pechos y cualquier situación especial del binomio (22).
La lactancia materna no es la única situación en la cual la consejería es útil. Las habilidades de consejería son útiles cuando se habla con personas o pacientes en otras situaciones. También podría encontrarse útil con la propia familia y amigos o con colegas de trabajo. Practicar algunas de las técnicas con ellos puede mostrar resultados sorprendentes (9).
Las habilidades de consejería han sido agrupadas en dos conjuntos: Las habilidades para escuchar y aprender y las habilidades para reforzar la confianza y brindar apoyo.
La expresión facial o la postura son tan importantes como el lenguaje verbal. La comunicación no verbal útil le hace sentir a la madre que está interesado en ella, lo cual le ayudará a expresarse.
Las preguntas abiertas permiten obtener más información, usualmente comienzan con “¿Cómo? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?”. Por ejemplo: “¿Cómo está usted alimentando a su bebé?”.
Otra forma de animar a la madre a hablar es usar gestos como asentir con la cabeza o sonreírse, y dar respuestas simples como “Mmm.”, “aja”, “ya veo”. Estos muestran que se tiene interés.
Parafraseas quiere decir que se repite lo que la madre ha dicho para mostrar que se le ha prestado atención y animarla a que diga más.
Por ejemplo, si la madre dice: “Mi bebé estuvo llorando mucho anoche”. Usted podría decir “¿Su niño la mantuvo despierta llorando toda la noche?”.
Mostrar empatía es poder identificarse y ponerse en el lugar del otro. Por ejemplo, si una madre dice: “Mi bebé quiere mamar a toda hora y me hace sentir tan cansada”, usted podría decirle:
“¿Usted se está sintiendo muy cansada todo el tiempo?”.
Esto muestra que usted entiende que ella se siente cansada, o sea que usted muestra empatía.
Palabras enjuiciadoras son palabras como: correcto, incorrecto, mal, bien, bueno, suficiente, adecuadamente. Si se usan estas palabras al preguntar, la madre puede sentir que está equivocada, o que algo anda mal con su bebé.
Antes de lanzar un “¡eso no es así!, es aconsejable aceptar lo que ella expresa y responder de manera neutral, con una frase que la haga reflexionar al respecto.
Nunca deben invalidarse los sentimientos de la madre.
El elogio de las buenas prácticas trae beneficios:
Le refuerza la confianza a la madre, la estimula a que continúe con esas buenas prácticas, hace más fácil que ella acepte sugerencias más tarde.
Una madre puede requerir consejería inmediata por ejemplo acerca de cómo extraer su leche, pero si esa madre se siente incómoda y quisiera cambiar su ropa, la ayuda práctica en ese instante es apoyarla para su autocuidado. Es necesario priorizar las necesidades de la madre.
La información pertinente es aquella información que es útil para la madre AHORA.
Dígale las cosas que puede hacer hoy, no en unas semanas.
Trate de darle solamente una o de informaciones cada vez, especialmente si está cansada.
Dele información de una manera positiva, que no parezca que la está criticando.
El lenguaje con las madres y familias debe ser claro. No deben usarse palabras técnicas o difíciles de entender.
Al contrario de dar órdenes, se debe sugerir que la madre lo haga de una manera diferente. Esto la deja a ella con la sensación de estar en control y la ayuda a sentirse más confiada en sus propias habilidades.
Por ejemplo, la madre sostiene su pecho con los dedos sobre la areola, lo que dificulta el agarre. Usted puede sugerirle: ¿Qué tal si intenta mover su mano un poco hacia atrás y vemos qué sucede?
La observación por parte del consejero o persona que apoya la lactancia es una habilidad indispensable, dado que a partir de ella se logran determinar las necesidades de la mujer lactante y el bebé, e intervenir oportunamente.
Debe identificarse tempranamente signos de una posible dificultad durante la lactancia materna, observando a la madre, al lactante, los pechos de la madre, la posición del bebé durante la lactancia, el agarre del pecho y la succión.
Para tal fin, se plantea el instrumento de observación de la lactancia materna, en el cual se registrará lo que inicialmente se observa durante la lactancia materna, es decir, como instrumento diagnóstico. Pero puede ser útil para la evaluación y seguimiento luego de la intervención.
A medida que se va observando cada ítem, se debe marcar en el recuadro pertinente, el ideal es que las señales se den hacia la columna de la izquierda, si alguna se da en la columna de la derecha, esa sería una situación de intervención inmediata.
• Con los dedos extendidos contra la pared del tórax, por debajo del pecho
• Con el dedo pulgar por encima del pecho
• Sus dedos no deben estar sobre la areola o muy cerca del pezón ya que esto interfiere con el agarre.
• Tocando los labios del lactante con el pezón
• Esperando hasta que la boca del lactante se abra ampliamente
• Moviendo rápidamente al lactante hacia el pecho
• Apuntando el pezón hacia arriba, hacia la parte superior de la boca del lactante
• Colocando el labio inferior del lactante detrás del pezón, de manera que su mentón toque el pecho
Indíquele a la madre que:
Algunos signos de abre en el bebé pueden manifestarse por aumento de la alerta o actividad, movimientos rápidos de los ojos, movimientos de búsqueda, llevarse la mano a la boca, chupeteo, chasquidos de lengua y quejidos; el llanto es un indicador tardío de hambre.
La lactancia materna no requiere horarios, por el contrario, esta debe ser a libre demanda del niño. En los primeros días se debe amamantar sin restricciones y es normal que el recién nacido mame 12 o más veces en 24 horas; esta frecuencia ayuda a establecer y mantener un adecuado suministro de leche.
Debe dejarse mamar del primer pecho hasta que lo suelte espontáneamente antes de ofrecer el segundo pecho, se debe procurar dar la leche final producida por el pecho, ya que esta cambia durante cada lactada y la leche final posee mayor concentración de grasa, la cual saciará al bebé. Después de algunos minutos, la madre puede ofrecer el otro pecho. La madre debe iniciar siempre por el pecho del cual no le ha ofrecido la leche materna.
Una diuresis de seis o más pañales en 24 horas hacen suponer una ingesta adecuada de leche. Es normal cierta pérdida de peso neonatal debida a la eliminación del exceso de fluidos, si la lactancia es adecuada, la pérdida de peso se minimiza y la recuperación comienza al 4° día, observándose una ganancia adecuada del peso. Alrededor del tres por ciento de los recién nacidos a término pierden más del 10% del peso y requieren una observación cuidadosa en el servicio y apoyo para mejorar la frecuencia y la eficacia del amamantamiento.
Muchas veces en nuestra práctica médica nos vemos enfrentados a recién nacidos prematuros y/o recién nacidos que tienen defectos anatómicos que tienen dificultades para su alimentación, nuestra meta es lograr una buena nutrición, por lo cual, debemos guiar adecuadamente a las madres y/o saber en que momento remitir estos pacientes a instituciones de salud que brinden al recién nacido todo el apoyo necesario para lograr una alimentación adecuada.
Durante la etapa prenatal se establece la organización neuro fisiológica del bebé, la cual lo prepara para la realización de actividades fundamentales como lo son la succión, deglución y respiración. Se estima que cerca del término de la gestación, el feto humano deglute aproximadamente 1000cc de líquido amniótico cada día, donde el pico de sinaptogénesis ocurre entre la semana 34 y 36 de edad gestacional, donde la succión nutritiva es segura, sin embargo, el ritmo de la succión se establece alrededor de la semana 32. El proceso de alimentarse sucede cuando los reflejos son integrados y en conjunto se pasa de un ritmo de alimentación reflejo a tener la capacidad de alterar voluntariamente la estrategia de alimentación. Todo esto se lleva a cabo gracias a la integración sensoriomotora de la deglución con la respiración, coordinación ojo-mano, tono muscular normal, postura y ambiente psicosocial propicio. (2)
Es importante tener en cuenta el grado de información y capacitación que recibe la padre y la madre sobre los conceptos básicos de alimentación sobre lactancia y técnica de lactancia evitarían muchos de los problemas que se atribuyen a niños sanos. El egreso precoz del alojamiento conjunto sin esta orientación conduce a re hospitalizaciones por ictericia, y perdidas de peso superiores a las esperadas.(10)
Dentro de las funciones más importantes y vitales en los recién nacidos se encuentra la alimentación, esta se lleva a cabo mediante la correcta interrelación neurológica, anatómica y fisiológica, con objetivo de generar una correcta succión y deglución, la cual debe ir asociada a una respiración coordinada. Los trastornos de la alimentación o disfunciones orales se describen como cualquier tipo de alteración en el patrón de succión- deglución, estos pueden ser: primarios o secundarios. Puede tener causas las relacionadas con la madre: anatómicas, de técnica o de producción; y las relacionadas con el bebé: anatómicas o neurológicas (11)
En cuanto a los trastornos de alimentación su etiología es variada, puede deberse a cualquier alteración tanto neurológica, como anatómica y fisiológica tanto congénita como adquirida. Dentro de la etiología mas extensa se encuentran los síndromes genéticos asociados.
Síndromes genéticos relacionados con dificultad en la alimentación (2). Adaptado de Abordaje de las dificultades más frecuentes en lactancia materna. Evidencia científica. FAME. Esmon Publicidad S.A. Barcelona 2016.
Los trastornos de alimentación en neonatos se pueden clasificar de acuerdo a su etiología: primarios o secundarios.
Es fundamental para lograr un diagnóstico oportuno y adecuado. Como primera medida se deberá realizar una historia clínica completa, que incluya antecedentes perinatales, hospitalizaciones, patologías previas; adicionalmente se debe indagar profundamente en el motivo de consulta y la anamnesis, forma de nutrición, preocupaciones de los padres. Posteriormente se realizará un examen físico completo, que incluya:
Evaluar rasgos físicos que hagan pensar en síndrome genético ( asimetría de la cara, micrognatia, defectos en el paladar) , frenillo sublingual que evite sacar la lengua y ocasione dificultades en el agarre del seno materno características clínicas de enfermedad crónica (especialmente cardiopatía y enfermedad pulmonar).
¿Tiene adecuado sostén de la cabeza? fuerza muscular, control cefálico y postura del cuello.
Succión (si es normal, si hay disnea, si se cansa, si hay diaforesis)
Usualmente en niños con trastorno de la alimentación se puede encontrar:
En fisura labio palatino puntualmente, se puede encontrar:
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Resto del país: 018000960020
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