La salud bucal se reconoce por la OMS, como parte relevante de la salud general de las personas, a lo largo de todo el curso de vida, al contribuir a procesos vitales como la alimentación, lactancia materna, desarrollo del habla, digestión, y es una puerta de entrada y de incentivo para el autocuidado y autoestima, lo cual debe fomentarse como un hábito desde la primera infancia.
Por su parte las enfermedades bucodentales constituyen una importante carga de morbilidad en la mayor parte de los países, causando dolor, molestias, desfiguración y en algunos casos hasta la muerte.
Las infecciones orales son factor de riesgo para muchas enfermedades sistémicas como cardiopatías, enfermedades respiratorias, diabetes e inclusive para complicaciones en el embarazo. En las gestantes la presencia de enfermedad periodontal, contribuye a activar la respuesta inflamatoria sistémica afectando el comportamiento del útero y derivando incluso en la ruptura prematura de membranas y parto prematuro (3, 4).
Si bien en los niños menores de 5 años, la caries es la enfermedad más común, otras condiciones también deben tenerse presentes como las estomatitis, gingivitis, presencia de fisuras de labio y/o paladar, alteraciones de la erupción dental, entre otras, que, de intervenir tempranamente, reducen la presencia de complicaciones y secuelas, aportan al bienestar general de la salud, y contribuyen a la reducción de costos de la atención.
Algunas enfermedades bucales, se asocian a problemas de higiene bucodental como principal factor de riesgo, pero otros factores asociados son también importantes como la alimentación inadecuada, la baja adherencia a prácticas de cuidado, algunos contaminantes ambientales (que puedan generar labio fisurado y paladar hendido – LPH), y la baja percepción y educación sobre la relevancia de la salud bucal en el desarrollo integral de las personas.
Por ello dentro de la atención integrada, todo el personal de salud y en particular médicos y enfermeras, desempeñan un importante papel para proveer el cuidado integral de la infancia, incluyendo el cuidado de la salud bucal, al identificar riesgos, condiciones tempranas y orientar hacia los cuidados ya sean preventivos o de atención al evento instaurado (5). Por ello la Resolución 3280 de 2018 establece lineamientos técnicos y operativos de la Ruta Integral de Atención para la Promoción y Mantenimiento de la Salud –RPMS-, en procura de mantener y cuidar la salud, y canalizar hacia las atenciones requeridas cuando es necesario, incluyendo la atención de la salud bucal.
La boca, es la puerta de entrada del sistema digestivo. La cavidad oral o bucal, se conforma por los labios, el revestimiento interno de las mejillas, las dos terceras partes delanteras de la lengua, las encías superiores e inferiores, el piso de la boca (debajo de la lengua), el paladar duro o bóveda palatina (techo de la boca formado por hueso), el velo del paladar o paladar blando y el espacio o triángulo retromolar (detrás de los últimos molares). Además, en la cavidad, se contienen otras estructuras fundamentales para el cumplimiento de las funciones, como las papilas gustativas, las estructuras dentales y las glándulas salivares.
Referencia 6, 7.
Tomado de Guere JJZ. PARTES DE LA BOCA [Internet]. ThingLink. [cited 2020Nov1]. Available from: https://www.thinglink.com/scene/792835966573215745.
Complementando la cavidad bucal, otras estructuras hacen parte del sistema dentomaxilofacial: la articulación temporo-mandibular (ATM), los músculos que permiten la movilidad de labio, lengua, velo del paladar y maxilares, todo lo cual permite la funcionalidad de todas las estructuras. Todos estos tejidos y estructuras deben ser valorados regularmente, para identificar según la edad, las condiciones de salud-enfermedad, la funcionalidad (capacidad de succión, deglución, masticación, habla, entre otras), los hábitos y las variaciones de las estructuras que se alejen de los parámetros considerados normales.
Dentro de las funciones (8) de la cavidad bucal más importantes están: iniciar los procesos digestivos, a través de la succión, masticación, insalivación, y su función gustativa y de deglución; también es fundamental en los procesos de fonética y comunicación, respiración, estética y mímica (al dar ser parte de la forma del rostro y de la expresión), incidiendo en el relacionamiento de las personas con el medio (consigo mismo con la autoestima, con relaciones interpersonales, y con el medio ambiente).
Estructuralmente el diente está compuesto por la corona, la raíz y el cuello (área en la que se unen corona y raíz dentales). Los tejidos que constituyen las estructuras dentales son: esmalte, dentina, pulpa y cemento. Cada diente, está soportado en los alvéolos del maxilar y la mandíbula, mediante el ligamento periodontal que al igual que todas las demás estructuras y tejidos de la boca, aunque no sea visible, debe preservarse mediante adecuadas prácticas de cuidado bucal.
El esmalte es el tejido mineral que cubre la corona del diente y le sirve de protección al diente ante los estímulos que puedan afectar la vitalidad dental. La dentina es el tejido encargado de proteger a la pulpa y de transmitir los impulsos desde el esmalte. (en la corona) y el cemento (en la raíz), hacia la pulpa. El cemento es el tejido que cubre la raíz del diente (en vez de esmalte) protegiéndola y facilitando el anclaje a los alvéolos del maxilar y mandíbula a través del ligamento periodontal.
La pulpa, contiene los vasos sanguíneos y fibras nerviosas, que dan vitalidad al tejido dental, y está protegida por la dentina en la corona y el cemento en la raíz.
Referencia 9, 10.
La dentición puede clasificarse según las etapas de la dentición y según sus características anatómicas y funciones en la masticación.
Son 20 dientes (4 incisivos superiores y 4 inferiores; 4 caninos en total (uno en cada cuadrante), y 8 molares (2 en cada cuadrante).
Comienzan su erupción hacia los seis meses de vida, teniendo presente que puede haber variaciones, teniendo en general una secuencia que da cuenta del proceso de formación y desarrollo no solo dental sino de las estructuras de boca y cara.
Esta dentición es muy importante, porque se constituye en un estímulo del desarrollo craneofacial, y para la etapa de primera infancia permita la etapa de lactancia y la transición hacia la alimentación complementaria, y es fundamental para el inicio del habla, fonación y comunicación.
Referencia 10, 11.
Tomado de: https://www.mouthhealthy.org/en/az-topics/e/eruption-charts
Es la etapa en la que los dientes permanentes inician su erupción, para reemplazar los dientes temporales. Se inicia generalmente hacia el final de los 5 años o hacia los 6 años, con la erupción de los incisivos inferiores; es normal que estos incisivos permanentes erupcionen por detrás de los dientes incisivos temporales, para generar de forma fisiológica la reabsorción de las raíces de los temporales al irse posicionando, para facilitar la caída natural de los temporales.
Referencia 10, 11.
Estar atentos a la erupción del primer molar permanente alrededor de los 6 años de edad, que se presenta generalmente de forma simultánea o un poco después de la erupción de los incisivos anteriores; estos molares son una de las estructuras clave para la estabilidad de la articulación y de la oclusión por el resto de la vida de las personas, por lo que tener presente que su erupción se realiza por detrás de los dos molares temporales, y no reemplazan a ningún diente temporal, por lo que comúnmente son confundidos con otro molar de la dentición primaria o temporal. Por tanto, es muy útil toda orientación que los pediatras y demás equipo de salud, brinden a padres y cuidadores para contribuir a estar atentos de este proceso de erupción y modificar esta creencia, para mejorar su cuidado insistiendo en la práctica adecuada de higiene en dicha zona que permita evitar el inicio de la caries y en muchos casos su pérdida prematura, que conlleva a alteraciones de la oclusión y de las funciones de la masticación.
Tomado de: https://www.mouthhealthy.org/en/az-topics/e/eruption-charts
Constituido por 32 dientes (4 incisivos superiores y 4 inferiores; 4 caninos en total (uno en cada cuadrante), y 12 molares (3 en cada cuadrante), aunque en la actualidad el tercer molar puede desarrollarse, pero no erupcionar (estar incluido), haciendo que en muchos casos deban retirarse quirúrgicamente y mantener 28 dientes presentes en boca. Comienza esta etapa hacia los 6 años con el primer molar, para los 12 a 14 años han erupcionado la mayoría de los permanentes, quedando solo por erupcionar los terceros molares (llamadas muela del juicio) hacia los 18 a 22 años. A los 6 años aproximadamente, como se mencionó se debe estar atentos a la erupción del primer molar permanente o llamado también molar de los 6 años.
Referencia 10, 11.
Embriológicamente la formación de los dientes temporales se inicia hacia la 5 a 6 semana de vida intrauterina, en tanto la formación de la dentición permanente se inicia a partir del tercer mes de vida intrauterina. Los dientes permanentes se forman en la parte apical de los dientes temporales(12), por lo que ante eventos como infecciones, caries, o traumas de la dentición temporal, los dientes permanentes pueden verse afectados. El identificar lo que se considera como “normal”, permite identificar las alteraciones en el proceso de erupción dental que pueden presentarse como alteraciones dentales en forma, tamaño, número (por defecto (anodoncia) o exceso (supernumerarios), estructura, volumen, implantación, secuencia y cronología de la erupción, malposiciones y maloclusiones, entre otros. En el caso de personas con labio y/o paladar hendido o fisurado- LPF, la mayoría de los genes afectados se expresan en el epitelio oral, por lo que además de las fisuras se presentan afectaciones dentales relacionadas con malposición, con afectación de la estructura de los tejidos del diente como amelogénesis o pérdida de la densidad del esmalte que favorece el rápido desgaste después de la erupción, y de la forma de los dientes incluyendo la presencia de primeros molares en forma de clavija o segundos molares mandibulares taurodónticos o en forma de C, entre otros (13).
En los dos tipos de dentición, se localizan en la parte frontal de la boca, y por su morfología son útiles para cortar los alimentos.
Se sitúan en el ángulo de los arcos dentales, después de los incisivos. Tienen forma puntiaguda y afilada para contribuir en desgarrar los alimentos.
Solo se encuentran en la dentición permanente; en la dentición temporal no hay este tipo de dientes.
Se ubican a continuación de los caninos, y presentan una superficie para desgarrar y triturar alimentos, aportando a reducir el tamaño de los alimentos que se consumen.
Son los dientes de mayor tamaño y fuertes, con una superficie masticatoria mayor que los premolares para culminar el proceso de masticar, triturar y moler los alimentos.
Los molares de la dentición temporal son reemplazados en la dentición permanente por los Premolares, y se ubican por tanto a continuación de estos premolares.
Tomado de: https://www.ilerna.es/blog/fp-online/denticion-temporal-permanente/
Tomado de http://www.clubratoncitoperez.es/blog/nombre-de-los-dientes-y-funcion/
Las alteraciones de las estructuras de cabeza y cuello y las estructuras de la boca, alteran la dinámica de las funciones del sistema estomatognático, y por ende afectan los procesos relacionados con sus funciones específicas y con la salud general.
Si identifican caries, abscesos, u otra enfermedad importante se debe derivar inmediatamente al niño al odontólogo con experiencia en niños. (14)
Reproduced with permission from: Nowak AJ, Warren JJ. Infant oral health and oral habits. Pediatr Clin North Am 2000; 47:1043. Copyright © 2000 Elsevier Science.
A: Normal
B: Con placa
C: Descalcificación y cavitación temprana
D: Esmalte descalcificado remineralizado
E: Esmalte hipoplásico
F: Fractura de dientes temporales
Las superficies de los dientes están cubiertas, de forma natural, por una película de glicoproteínas que se origina de la saliva y el fluido crevicular; es acelular y afibrilar. Esta película sirve de sustrato para que sobre ella se adhieran numerosas especies bacterianas con crecimiento continuo, conformando un biofilm organizado, comúnmente llamado placa bacteriana. De no removerse la placa con una adecuada higiene, los microorganismos continúan su multiplicación, generando cambios que favorecen la aparición de la caries y/o la inflamación de las encías.
Referencia 15
Como primera medida, es importante que los profesionales siempre refuercen la importancia de cuidar de forma integral la salud de los niños, mediante cuidados generales comunes: vacunación, alimentación saludable, higiene corporal e higiene bucal.
Los cuidados de salud bucal incluyen:
Reforzar la práctica de lactancia materna exclusiva en los menores de 6 meses y hasta los 2 años o más, por el aporte nutricional pero también por la contribución al desarrollo de las estructuras y de las funciones de cara y boca, que aportan a las funciones sistémicas de succión, deglución, masticación, alimentación, respiración, fonación – habla.
La succión no nutritiva es el chuparse el dedo, u otros objetos, es un comportamiento que puede ser un hábito aprendido, debe suspenderse antes de los 2 años. Si persiste durante la erupción permanente, puede contribuir al desarrollo de maloclusión, sin embargo la evidencia es moderada (19).
Sobre la dentición: es normal que los bebés estén de mal humor, mastiquen objetos y babeen excesivamente. Pueden tener fiebre, diarrea, pero la evidencia es limitada y los estudios heterogéneos con un riesgo de sesgo moderado a alto. (20)
Para el caso de pacientes con LPH (labio y/o paladar hendido o fisurado) debe apoyarse el proceso de lactancia, con el equipo multidisciplinario, a fin de garantizar la adecuada alimentación del RN controlando los posibles riesgos.
En el caso de los pacientes con LPH el cuidado bucal, incluye la activación del trabajo multidisciplinario, garantizando el apoyo a la familia próxima y extendida con la participación de pediatras, trabajo social, psicología, genética, otorrino, fonoaudiología, odontopediatras, estomatólogos, fisioterapia, terapia respiratoria, anestesiología, cirujanos maxilofaciales, cirujanos plásticos, y otros profesionales. El médico (Pediatra o Neonatólogo) será el encargado de transmitir la primera información a los padres sobre la malformación, las posibilidades de tratamiento quirúrgico y rehabilitador y los distintos especialistas que intervendrán en el mismo.
Se recomienda no usar biberones ni chupos de entretención, porque afectan el patrón de deglución y el desarrollo normal de las estructuras de boca y cara. De no ser posible la lactancia materna, por condiciones de la madre, se entrena a los cuidadores para brindar los alimentos líquidos usando tazas, pocillos o cucharas.
Reforzar el buen inicio de la alimentación complementaria, evitando el consumo de alimentos que contengan azúcares libres incluso desde el periodo de la gestación de las madres y en los dos primeros años de vida (golosinas, bebidas y alimentos con azúcar, especialmente si son pegajosos), con lo cual se reduce el riesgo de caries dental de forma temprana. La OMS recomienda que el consumo de azúcar añadida a partir de los dos años sea menor al 10% incluso menor al 5% reduce el riesgo de caries. (21).
Imagen tomada de: https://portal.guiasalud.es/wp-content/uploads/2020/01/gpc_560_lactancia_osteba_anexo_13.pdf
En la medida que el niño y la niña crece, debe mantenerse una alimentación que incluya en lo posible todos los grupos de alimentos, a lo largo del día: cereales, tubérculos, raíces, plátanos, frutas, carnes, vísceras, pollo, pescado, huevo, leguminosas secas, leche, kumis, queso, grasas.
Finalmente, los profesionales de la salud deben reforzar y realizar demanda inducida de todos sus pacientes a los servicios de odontología, para que se les realice la respectiva valoración y la realización de acciones de protección específica como control de placa, sellantes y aplicación tópica de barniz de flúor, conforme las orientaciones dadas por la Ruta Integral de Atención para la Promoción y Mantenimiento de la Salud (Resolución 3280 de 2018).
Instruya a los padres y cuidadores, para que feliciten al niño por su colaboración y para que demuestren su felicidad y orgullo por compartir con él la experiencia de mantener juntos una buena salud bucal. Cuando el niño muestra interés, participa y colabora, son importantes los refuerzos positivos como las expresiones y palabras de afecto, y de vez en vez, refuerzos representados en un premio no esperado u otros. Los profesionales también al realizar estos refuerzos favorecen la adopción de los buenos hábitos, por tanto sería ideal no brindar azúcares refinados como premios, sino otros elementos que incentiven el interés de los menores.
7.Lewis CW, Grossman DC, Domoto PK, Deyo RA. The role of the pediatrician in the oral health of children: A national survey. 2000 Dec;106(6): E84. Doi: 10.1542/peds.106.6. e84. PMID: 11099627.
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