El desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes constituye una etapa fundamental para la planificación de las diferentes trayectorias de vida hacia la juventud, la adultez y la vejez. Uno de los principales factores que afecta este desarrollo está relacionado con la exposición a la violencia, tanto directa como indirecta. En Colombia, se han identificado diversas formas de violencia desde los primeros años de vida, tales como el abandono, la negligencia, la violencia psicológica o emocional en el contexto de la familia (Violencia Intrafamiliar), el castigo físico, él bebe zarandeado y la violencia sexual que es grave y frecuente, entre estas últimas la explotación sexual y comercial. Asimismo, en la adolescencia, prevalecen otras formas de violencia, como la violencia de pareja, la delincuencia juvenil, la explotación laboral, el acoso en los entornos escolares, comunitarios digitales y el reclutamiento forzado, entre otras. 

 

Es fundamental que los profesionales de la salud identifiquen de manera temprana las situaciones, condiciones, prácticas de violencia, considerando cada etapa del curso de vida (primera infancia, infancia y adolescencia). Esto permite implementar estrategias de intervención oportunas y efectivas, adaptadas a las necesidades específicas de cada grupo etario. La detección precoz de situaciones de violencia no solo previene consecuencias físicas y psicológicas graves, sino que también contribuye al bienestar integral y al desarrollo pleno de niñas, niños y adolescentes. Además, favorece la promoción de entornos familiares seguros, donde las prácticas de cuidado y crianza se fortalezcan, respetando los recursos y las dinámicas propias de cada familia. 

 

Una de las condiciones que se presentan con mayor frecuencia en los servicios de salud en la atención de niños y niñas en primera infancia, es la violencia. La violencia contra la niñez es un fenómeno complejo que es susceptible de ser prevenido, pero que además, exige una atención integral para modular sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

En esta definición, se identifican algunos elementos clave para comprender la dinámica de la violencia: el carácter intencional, el uso efectivo o potencial de una fuerza o poder, la probabilidad de daño y no solo su evidencia, y la variabilidad de las consecuencias de la violencia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia se define como:

"El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones* (1).

En el caso particular de los niños y las niñas, este mismo informe, define la violencia que les afecta como:

“Todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia o explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder” (1).

Adicional a los elementos anteriormente expuestos, se reconoce que en la violencia contra los niños y las niñas existe un aspecto muy importante que es el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.

Esto quiere decir que el principal entorno en el que se produce o puede producirse la violencia contra los niños y las niñas, es la familia. Por este motivo, es vital tener presente que, en el momento de evaluar el riesgo de violencia contra niños y niñas, se debe evaluar no solo al niño o niña sino también el riesgo psicosocial del cuidador, la dinámica de relacionamiento familiar, las personas a cargo del niño o la niña, el lugar de residencia relacionada con formas de violencia juvenil, conflicto armado, la utilización del castigo físico como una forma de disciplina.  

Para apoyar esta evaluación, tenga presente lo contenido en:

Desarrollo infantil

Salud mental del cuidador

Lo establecido en la Resolución 3280 de 2018 sobre la Ruta Integral de Atención para la Promoción y el Mantenimiento de la Salud (RPMS) y la Ruta Integral de Atención en Salud para la Población Materno Perinatal (RIAMP o RMP)

En la prestación de servicios de salud a niñas, niños y adolescentes la violencia suele reconocerse cuando se observa con atención a los pacientes y se logra identificar en sus formas física, psicológica o emocional, sexual y por negligencia; sin embargo, es fundamental también identificar la violencia simbólica y estructural. Dado que muchas de estas formas de violencia pueden coexistir, su detección oportuna es clave para la protección de la infancia. Además, la edad y el nivel de desarrollo de la niña o el niño representan factores de vulnerabilidad que deben considerarse, en particular en lo relacionado con el lenguaje y los aspectos psicoafectivos, los cuales pueden manifestarse a través de la comunicación o el comportamiento que se identifican en una consulta.

Fuente: Construcción Propia Basada en el informe sobre violencias contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015 – 2021.   

Cualquier intervención que se realice por un profesional de la salud frente a las violencias debe reconocer el enfoque centrado en el trauma, garantizando una atención sensible a las experiencias del niñas, niños y adolescentes donde no se minimicen las consecuencias a su salud física ni emocional. Las distintas formas de violencia pueden manifestarse de manera diversa en el comportamiento verbal y no verbal de niñas y niños, adoptando características particulares según el contexto y la intensidad de la exposición. Ante la identificación de una situación de violencia, es fundamental evaluar su impacto emocional y el grado de afectación en el bienestar integral de la niña o el niño. La exposición repetida a la violencia, por ejemplo, puede generar estrés tóxico, lo que afecta profundamente su desarrollo físico, emocional y psicológico. 

Enfoque basado en el trauma

Estrés tóxico

Reconoce y comprende que todas las formas de violencia tienen un impacto negativo en el desarrollo físico, emocional y psicológico de las personas. Este enfoque busca crear entoros seguros y empáticos, minimizando el riesgo de re-traumatización y fomentando la recuperación mediante intervenciones sensibles a las experiencias traumáticas, adaptadas a las necesidades individuales de cada persona.

Se refiere a una respuesta intensa y prolongada del cuerpo al estrés, causada por experiencias adversas severas, como violencia o abandono, sin el apoyo emocional adecuado de un adulto culdador. Este tipo de estrés puede afectar negativamente el desarrollo cerebral, fisico y emocional, con consecuencias a largo plazo en la salud y el bienestar de niños y niñas.

 

La  estrategia INSPIRE  (2), ofrece un marco de política encaminado a la erradicación de la violencia contra de niños, niñas y adolescentes, por lo que propone siete tipos interrelacionados de prácticas o intervenciones para cumplir su objetivo de forma intersectorial e interinstitucional. 

 

Desde el marco de INSPIRE, se reconoce que durante las distintas etapas de la infancia y la adolescencia se pueden manifestar diversas formas de violencia. Sin embargo, se identifican tres tipos que suelen presentarse con mayor frecuencia: la violencia en el ámbito familiar, que incluye el maltrato infantil a través de castigos físicos; la violencia emocional o psicológica, el ser testigo de situaciones de violencia y la violencia sexual en los entornos cercano. 

 El poder para acabar con las violencias contra niños, niñas y adolescentes esta en tus manos 

 

Tipo de violencia por grupo de edad afectado

Tomado de INSPIRE, siete estrategias para poner fin a la violencia contra niños y niñas. Obsérvese la extensión de la franja blanca correspondiente a los 3 tipos de violencia (maltrato infantil, violencia sexual y violencia emocional) que afectan principalmente a niños y niñas en primera infancia.

Como se observa, la violencia en la niñez y la adolescencia comparten elementos fundamentales en su definición, sin embargo, ambos conceptos suelen utilizarse de forma distinta o indistinta según el contexto. 

Por su parte, el concepto de “maltrato infantil” suele emplearse con mayor frecuencia en la práctica clínica de los profesionales de la salud, tal vez por la relación con su descripción inicial del “síndrome de niño golpeado” (“the battered child syndrome”).
A su vez, el concepto de violencia contra los niños y las niñas se utiliza principalmente en escenarios de política pública o de vigilancia epidemiológica, con unas connotaciones más amplias, por lo que es el acogido en INSPIRE y en el módulo de esta herramienta.

La violencia contra niños y niñas no sólo produce daños de tipo físico -ya sea lesiones o la muerte-, sino que abarca una amplia paleta de consecuencias que va desde comportamientos peligrosos, daños psicológicos, disminución del rendimiento educativo, enfermedades transmisibles y no transmisibles, entre otras.

Estas consecuencias pueden presentarse a corto, mediano o largo plazo, e incluso, podrían tener un efecto intergeneracional.

Según Deslandes, citado por Ferreira y colaboradores, el maltrato infantil:

“Se define abuso o maltrato por la existencia de un sujeto en condiciones superiores (edad, fuerza, posición social o económica, inteligencia, autoridad) que comete un daño físico, psicológico o sexual, en contra de la voluntad de la víctima o por un consentimiento obtenido a partir de inducción o seducción engañosa” (3).

Para que los profesionales de la salud puedan identificar y abordar las diversas formas de violencia contra niñas y niños, es fundamental comprender los factores de riesgo que pueden incidir en su manifestación que ser complementarios a los signos y síntomas que se manifiestan en la salud integral. Según el modelo ecológico social de INSPIRE, estos factores se agrupan en cuatro niveles interrelacionados: individual, relaciones interpersonales y comunitario. La identificación temprana de estos riesgos permite desarrollar estrategias de prevención y atención adecuadas. A continuación, se presentan los principales aspectos a considerar en cada uno de estos niveles. 

Factores de riesgo que inciden en el arraigo de la violencia contra niños y niñas. Basado en el modelo ecológico social propuesto por INSPIRE (2), teniendo en cuenta la interacción entre los distintos factores.

Es necesario identificar los factores de protección como las acciones del buen Trato. se entiende como toda manifestación de afecto, cuidado, protección y apoyo brindado por la familia, el entorno social cercano o las instituciones encargadas de la atención infantil, con el fin de garantizar el desarrollo integral de niños y niñas. Este desarrollo abarca dimensiones afectivas, físicas, psicológicas, sexuales, intelectuales y sociales.

La protección, como parte esencial del Buen Trato, se expresa en condiciones de bienestar promovidas por padres, familias, comunidades o la sociedad, que actúan como factores protectores y contribuyen a reducir el riesgo de violencia infantil.(5)

 Entre los elementos del buen trato se encuentra:

A nivel individual

Aspectos biológicos y de la historia personal:

  • Edad
  • Sexo
  • Educación
  • Ingresos
  • Discapacidad
  • Desarrollo cerebral y cognitivo deficientes
  • Trastornos psicológicos
  • Consumo nocivo de alcohol
  • Abuso de drogas
  • Antecedentes de agresión o maltrato
  • Déficit en habilidades sociales  
  • Comportamientos diferentes a los esperados socialmente con relación al género  
  • Cuando presenta problemas de regulación emocional.  
  • Dificultad en procesos de aprendizaje

Es importante tener en cuenta que los riesgos individuales por sí solos no constituyen un riesgo para violencias, solo que sumado entre ellos, además de los factores interpersonales, comunitarios y sociales se constituyen en riesgos de las diferentes formas y tipos de violencias.   

 

 

 

A nivel de relaciones interpersonales
  • Vínculos afectivos débiles o inexistentes
  •  Práctica de crianza deficientes
  •  Discusión y separación familiar
  •  Asociación con pares delincuentes
  •  Ser testigo durante la niñez de violencia contra la madre o madrastra
  •  Matrimonio precoz o forzado
  •  Necesidad de intervención previa por el sistema de protección colombiano
  • Cuidadores que legitiman la violencia para la solución de problemas  
  • Padres y cuidadores con antecedentes de violencia  
  • Falta de supervisión o disciplina inconsistente  
  • Falta de supervisión en el uso de tecnologías  
  • Tiempo de permanencia sola/solo en el lugar de residencia  
  • Antecedentes de agresión o maltrato
  • Consumo problemático de alcohol
A nivel de la comunidad

Incluyen todas aquellas características de los entornos como las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades que aumentan el riesgo de violencia.

  •  Pobreza
  •  Alta densidad poblacional
  •  Poblaciones de paso
  •  Baja cohesión social
  •  Entornos físicos peligrosos
  •  Tráfico y comercio local de drogas
  •  Delincuencia
  •  Conflicto armado
  •  Desplazamiento
  •  Población migrante
  •  Poblaciones étnicas vulnerables
  • Estigmatización o discriminación por razones de género, etnia, orientación sexual u otras características. 
  • Falta de espacios seguros o que cuenten con supervisión esto incluye parques, lugares recreativos y culturales.  
  • Lugares de movilidad social transporte público,    
  • Factores Comunitarios que normalizan y justifican las violencias  
Evaluar en cuidadores y cuidadoras los siguientes riesgos que se pueden presentar para llegar a realizar prácticas de violencias hacia niñas niños y adolescentes
  • Problemas de salud mental no tratados (depresión, trastorno de personalidad, ansiedad severa, entre otros). 
  • Falta de habilidades de manejo del estrés o la frustración. 
  • Historia personal de abuso o negligencia en la infancia. 
  • Falta de empatía o dificultad para reconocer las necesidades emocionales de las hijas e hijos. 
  • Consumo problemático de alcohol, drogas u otras sustancias. 
  • Comportamientos impulsivos o temperamentales. 
  • Uso frecuente de métodos de disciplina física o humillante. 
  • Normalización de la violencia como método de crianza o control. 
  • Creencias rígidas sobre los roles de género o expectativas poco realistas hacia las hijas e hijos. 
  • Actitudes autoritarias o desinterés hacia la opinión o bienestar emocional de niñas y niños. 
  • Falta de acuerdos o comunicación sobre la crianza. 

Factores protectores

  • 1
    La parentalidad

    Como elemento del buen trato evalúa dos componentes: las capacidades parentales fundamentales y las habilidades parentales. Las primeras se definen como el conjunto de capacidades cuyo origen está determinado por factores biológicos y hereditarios, y son modulados por las experiencias vitales y son influenciados por la cultura y los contextos sociales.

  • 2
    La capacidad de establecer vínculos afectivos con niñas y niños

    Son los recursos emocionales, cognitivos y conductuales que madres, padres y otras personas encargadas de su cuidado, poseen para responder a sus necesidades y generar lazos de apego. Esto se manifiesta en la sensibilidad y disponibilidad del “adulto cuidador/a” para atender y comprender a niñas y niños, lo que facilita el desarrollo de una relación segura y afectuosa. La capacidad de vinculación afectiva no depende de factores biológicos, sino de las experiencias previas de apego y la historia de vida de cada cuidador o cuidadora.

  • 3
    La empatía

    Capacidad de percibir las vivencias internas de los niños y niñas, a través de la comprensión de sus manifestaciones emocionales y gestuales a través de las cuales manifiestan sus necesidades. Los padres, madres y cuidadores que tienen esta capacidad son capaces de sintonizar con el mundo interno de los niños y niñas para responder adecuadamente a sus necesidades. Los trastornos de la empatía están en estrecha relación con los trastornos del apego.

  • 4
    Los modelos de crianza

    Saber responder a las demandas de cuidados de un hijo o una hija, así como protegerle y educarle son el resultado de complejos procesos de aprendizaje.

  • 5
    La capacidad de participar en redes sociales y de utilizar los recursos comunitarios

    Esto se refiere a la capacidad de pedir, aportar y recibir ayuda de sus redes familiares y sociales, incluyendo las redes institucionales y profesionales que tienen como mandato promover la salud y el bienestar infantil (6).

  • 6
    El afecto

    Según Maturana se puede definir como toda conducta en que tratamos al otro como un legítimo otro, en convivencia con otros. En este sentido, se entiende como ayuda o cooperación para la supervivencia entre seres humanos (7).

  • 7
    Fortalecer el desarrollo emocional saludable

    La capacidad para ayudar a niñas y niños a reconocer las diferentes emociones que existen y la forma en la que se expresan.

  • 8
    Fortalecer redes de apoyo familiares y comunitario:

    reconociendo espacios seguros y personas sobre las cuales se pueden apoyar el cuidado tanto en la familia como en la comunidad para mayor supervisión de niñas, niños y adolescentes.

  • 9
    Incorporar actividades comunitarias

    Permitir a las niñas, niños y adolescentes estar en espacios de socialización que refuercen su autonomía, habilidades sociales, el reconocimiento de personas seguras y la identificación de redes.

Interrogue y verifique

La aproximación a la detección, la caracterización y el diagnóstico de los tipos de violencia contra los niños y las niñas depende de la valoración de distintos indicadores, los cuales pueden ser físicos, conductuales o relacionados con los padres o cuidadores.A continuación, se presentan tablas que recogen estos indicadores y que ayudarán a la clasificación de los distintos tipos de violencia contra la niñez. Estas tablas son adoptadas y adaptadas de la Guía de indicadores del Ayuntamiento Vitoria-Gateiz (4), del reporte técnico de la OMS con las directrices para la respuesta del sector salud al maltrato infantil (8), del Modelo de Atención Integral en Salud para casos de Violencia Sexual de la Dirección de Promoción y Prevención (9), del SIGIVE1 (Sistema Integrado de Información de Violencia de Género), del INSPIRE (2), así como de otras fuentes relacionadas (10, 11).
Interrogue y verifique

Violencia contra niños, niñas y adolecentes

Otro tipo de violencias

Ámbito privado

Ámbito público

Familia y pareja

Educativo, comunitario y conflicto armado

Activación de ruta

Al identificarse cualquier forma de violencia en niños, niñas y adolescentes el profesional de la salud deberás activar la ruta establecida en la Institución para la garantía de los derechos. Una de las consecuencias más graves de las violencias es a la salud mental por eso su abordaje debe darse desde el enfoque basado en el trauma, los efectos al proceso de neurodesarrollo de niños, niñas y adolescentes puede traer consecuencias a corto, mediano y largo plazo problemas psicosociales y trastornos mentales. La protección a su salud mental permite el fortalecimiento de habilidades para la vida, esto no es posible si no se garantiza relaciones seguras y procesos de interacción social en los diferentes ámbitos de la vida apropiados para su desarrollo.  

 

El CONPES 3922 de 2020 y La Política de salud Mental 2024 – 2033 propone procesos de articulación intersectorial que garanticen los servicios de salud mental de ahí la importancia de llevar a cabo la identificación de servicios territoriales para la garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes.    

Referencias bibliográficas

Asociación de ayuda mutua adversidad temprana y apego (2024) Los tres pilares del cuidado sensible del trauma. España- Extraído de la página https://xn--petalesespaa-khb.org/los-3-pilares-del-cuidado-sensible-del-trauma/ 

 

Boston Medical Center (2025) 18 recomendaciones para implementar enfoques basados en el trauma en pediatría. Extraído de la página. https://www.bmc.org/es/node/128766 y https://www.bmc.org/sites/default/files/Programs___Services/Programs_for_Children/Urban-Children-Families/TIC-recommendations-FINAL.PDF 

 

Chávez P. y León P. (2022). Promoviendo la capacidad de autocontrol en niñas y niños: conceptos y estrategias en contexto. Revista Innovaciones Educativas / ISSN 2215-4132 / Vol. 24 / No. 37 / Julio – diciembre, 2022 extraída de la página https://www.scielo.sa.cr/pdf/rie/v24n37/2215-4132-rie-24-37-119.pdf 

 

Fundación la Caixa. (2024) Violencia de pareja en las relaciones de pareja. Estriado de la página: https://elobservatoriosocial.fundacionlacaixa.org/es/-/violencia-en-las-relaciones-de-pareja-entre-adolescentes 

 

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2021) TBRI – Herramientas para la aplicación de las modalidades y Servicios de Protección- Extraído de la página   https://www.icbf.gov.co/system/files/procesos/pu8.p_cartillatbri_intervencion_relacional_basada_en_la_confianza_v1.pdf 

 

Instituto Nacional de Bienestar Familiar (2021) Trabajo infantil. Extraído de la página: https://www.icbf.gov.co/programas-y-estrategias/proteccion/trabajo-infantil 

 

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2015). Adolescentes, jóvenes y delitos “Elementos para la comprensión de la delincuencia juvenil en Colombia” Publicado Observatorio del Bienestar de la Niñez. Extraído de la página: https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/delincuencia_juvenil_web.pdf?utm_source=chatgpt.com 

Chrome- 

 

Marrone Mario (2022). La teoría del apego y algunos aspectos de sus aplicaciones clínicas. Revista Psirelacional. Extraída de la página: https://revistapsirelacional.pt/wp-content/uploads/2022/11/mario-marrone-es.pdf 

 

Ministerio De Educación Nacional (s.f) Guía de promoción de los derechos humanos sexuales y reproductivos, prevención y detección del acoso escolar. Extraído de la página  https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-328700_archivo_prevencion_atencion_acoso_escolar.pdf 

 

Némesis M., Génesis R., Henríquez M. y Gautreaux K, (Sin. F) Apego y perdida. Extraído de la página: 

https://repositorio.unphu.edu.do/bitstream/handle/123456789/3576/La%20complejidad%20del%20cerebro-Facultad%20de%20Humanidades%20y%20educacion-Escuela%20de%20psicolog%C3%ADa-Enero-Abril-2019-Volumen%20XV-Apego%20y%20Perdida.pdf 

 

Organización Mundial para la salud (2016) Siete estrategias para poner fin a las violencias contra los niños y las niñas. Extraído de la página: https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Child-Victims/Report_in_Spanish.pdf 

 

Organización Mundial para la salud (2016) Siete estrategias para poner fin a las violencias contra los niños y las niñas – magnitud de la violencia contra niños y niñas. Extraído de la página: https://cdn.togetherforgirls.org/assets/files/INSPIRE-infografi%CC%81a.pdf 

 

Organización Mundial para la Salud. (2024) Maltrato Infantil. Extraído de la página https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/child-maltreatment 

 

Organización Mundial para la Salud. (202o) Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia contra los niños. Extraído de la página: https://www.who.int/es/teams/social-determinants-of-health/violence-prevention/global-status-report-on-violence-against-children-2020 

 

Organización Mundial de la Salud y UNICEF (2020) Orientación para familias sobre Autorregulación emocional y alternativas para eliminar la violencia en la crianza. Extraída de la página https://www.unicef.org/lac/media/13906/file/Autorreguacion-Emocional-Famiias-Prevencion-Violencia.pdf 

 

Programa Aura (2024) Guía de buenas prácticas en la atención de las violencias de género. España Extraído de la página: https://www.rehueong.com.ar/sites/default/files/2025-02/Gu%C3%ADa%20de%20Buenas%20Pr%C3%A1cticas%20en%20la%20Atenci%C3%B3n%20a%20La%20Violencia%20de%20G%C3%A9nero.pdf 

 

Servicio de Infancia y Familia (2022) Guía de indicadores de situaciones de riesgo y desprotección infantil en niños y niñas de 6 a 12 años. Colección de temas municipales. Ayuntamiento de Victoria Gasteiz. Extraído de la página https://www.vitoria-gasteiz.org/docs/wb021/contenidosEstaticos/adjuntos/es/05/56/100556.pdf 

 

 

Sistema Nacional de Coordinación de Responsabilidad Penal Adolescente. (2022) Política Pública de prevención del delito de adolescentes y jóvenes. Extraído de la página  https://www.politicacriminal.gov.co/Portals/0/Biblioteca/Poli%C2%B4tica%20Pu%C2%B4blica%20%20Nacional%20de%20Prevenci%C3%B3n%20del%20Delito%20AJ%202022%20WEB.pdf?utm_source=chatgpt.com 

 

UNICEF (2025) que es la mutilación femenina (2025) Extraída de la página: https://www.unicef.org/es/historias/lo-que-debes-saber-sobre-la-mutilacion-genital-femenina 

 

UNICEF (2025) Matrimonio Infantil y Uniones tempranas en América Latina y el Caribe. Una alianza por los derechos de las niñas y los niños. Extraída de la página: https://www.unicef.org/lac/matrimonio-infantil-y-uniones-tempranas-en-am%C3%A9rica-latina-y-el-caribe 

 

UNICEF y la Universidad de Edimburgo (2021) informe sobre violencias contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015 – 2021.  Extraído de la página: www.unicef.org/lac/media/29031/file/Violencia-contra-ninos-ninas-y-adolescentes-en-America-Latina-y-el-Caribe-2015-2021.pdf 

 

USAID (s.f) ABC sobre la prevención del reclutamiento de niños, niñas y adolecentes por parte de grupos armados organizados al margen de la ley y grupos delictivos organizados. Extraído de la páginahttps://repository.iom.int/bitstream/handle/20.500.11788/397/COL-OIM%200384.pdf?sequence=1&isAllowed=y 

 

UNHCR (2021) Guía del ACNUR relativa al alcance de los resultados de protección de la niñez y la adolescencia a través de intervenciones de asistencia en efectivo. Extraída de la página  https://www.unhcr.org/ie/sites/en-ie/files/legacy-pdf/62bab9cc4.pdf 

 

Referencias bibliografías actualización 2025
  1. Organización Panamericana de la Salud. Informe mundial sobre la violencia y la salud. Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud., Publicación Científica y Técnica; 2003. Report No.: N° 588.
  2. Organización Mundial de la Salud. INSPIRE. Estrategias para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas. NLM: WA 308. Washington D.C.: Organización Panamericana de la Salud, Alianza Mundial para acabar con la Violencia contra Niños ; 2017. Disponible en: https://apps.who.int/
  3. Ferreira AL & cols. (2005). Guia de atuação frente a maus-tratos na infância e na adolescência. Orientações para pediatras e demais profissionais que trabalham com crianças e adolescentes. Sociedad Brasileña de Pediatría, Centro Latinoamericano de Estudios de Violencia y Salud Jorge Carelli (Claves) Escuela Nacional de Salud Pública (ENSP) FIOCRUZ, Secretaría de Estado de los Derechos Humanos del Ministerio de Justicia de Brasil. Río de Janeiro. Tercera edición.
  4. Ayuntamiento Vitoria Gasteiz. Guía de Indicadores para la identificación de situaciones de riesgo y desprotección infantil en niños y niñas entre los 0 y 5 años. Vitoria: Ayuntamiento Vitoria Gasteiz, Servicio de Infancia y Familia; 2019.
  5. Child Welfare Information Gateway. Long-term consequences of child abuse and neglect. Washington, DC: U.S. Department of Health and Human Services, Administration for Children and Families, Children’s Bureau.
  6. Barudy J. Los buenos tratos y la resiliencia infantil en la prevención de los transtornos del comportamiento. In ; S.F. p. 10. 2017.
  7. Montoya C., Castañeda C., Duque J., Montoya H. (2014). Puericultura del Afecto. En: Soto G., Botero D., Luque R., Diaz A., Ballesteros A., Pinzón C. Puericultura: El reto de la crianza hoy. Fundación Universitaria Sanitas. Bogotá, Colombia. 2014.
  8. Organización Mundial de la Salud. Guidelines for the health sector reponse to child maltratment. Reporte técnico. Ginebra:, Public Health Agency of Canada; 2018.
  9. Ministerio de Protección Social. Modelo de Atención Integral en Salud para casos de Violencia Sexual Promoción y Prevención. Modelo de Atención Integral. Bogotá: Dirección General de Salud Pública; 2011.
  10. Gancedo A. (2015). Aproximación al manejo del maltrato infantil en la urgencia. Madrid, España. 2015.
  11. Carrasco M., Wolford J. (2018). Child abuse and Neglect. En: Zitelli B., McIntire S., Nowalk A. Zitelli and Davis’ Atlas of Pediatric Physical Diagnosis. Elsevier. 17 ed., 2018.
  12. Petska H., Sheets L. Sentinel Injuries Subtle Findings of Physical Abuse. Pedatr Clin N Am 61 (2014): 923-935.
  13. Ministerio de Salud y Protección Social (2012). Resolución 459 “Por la cual se adopta el Protocolo y Modelo de Atención Integral en Salud para Víctimas de Violencia Sexual”.
  14. Tieder JS, Bonkowsky JL, Etzel RA, et al. Brief Resolved Unexplained Events (Formerly Apparent Life-Threatening Events) and Evaluation of Lower-Risk Infants. Pediatrics. 2016;137(5):e20160590.
  15. Flaherty E., MacMillan H & Committee on Child Abuse and Neglect. Caregiver-Fabricated Illness in a Child: A Manifestation of Child Maltreatment. Pediatrics 2013; 132; 590.
  16. Gobierno de Colombia (2006). Ley 1098 “Por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia”. Disponible en: http://www.secretariasenado.gov.co/
  17. Gobierno de Colombia (2011). Ley 1438 “Por medio de la cual se reforma el Sistema General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”. Disponible en: http://www.secretariasenado.gov.co/.
  18. Garner A, Shonkoff J., Siegel B., Dobbins M., Earls M., McGuinn L., Pascoe J., Wood D. Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health, Committee on Early Childhood, Adoption, and Dependent Care, and Section on Developmental and Behavioral Pediatrics. American Academy of Pediatrics. Early Childhood Adversity, Toxic Stress, and the Role of the Pediatrician: Translating Developmental Science Into Lifelong Health. Pediatrics 2012;129;e224. DOI: 10.1542/peds.2011-2662
  19. Ministerio de Salud y Protección Social (2018). Resolución 3280 “Por medio de la cual se adoptan los Lineamientos Técnicos y Operativos de la Ruta Integral de Atención para la Promoción y el Mantenimiento de la Salud y la Ruta Integral de Atención en Salud para la Población Materno Perinatal y se establecen las directrices para su operación”.
  20. Fondo de Población de las Naciones Unidas-UNFPA, Ministerio de Salud y Protección Social (2018). Orientaciones y lineamientos para el abordaje y la atención integral en salud de las víctimas de mutilación genital femenina en Colombia”. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/
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Mutilación Genital Femenina

  • La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que afecta a niñas y mujeres en diversas regiones del mundo, incluida Colombia, donde ha sido identificada en ciertos contextos culturales. Debido a las dinámicas de migración y movilidad de la población, es posible que esta práctica se presente en distintos departamentos del país, lo que hace necesario un abordaje informado y respetuoso de la diversidad cultura.  

Uniones Tempranas y Matrimonio Infantil

Es una práctica reconocida internacionalmente como una violación de los derechos de la infancia, ya que puede limitar el acceso a la educación, aumentar la vulnerabilidad a la violencia y afectar la salud física y mental de las niñas y adolescentes, quienes son las más afectadas. 
Estas uniones pueden ser “voluntarias” o estar influenciadas por factores como la pobreza, la presión social o familiar, la falta de oportunidades educativas y las normas culturales. 

Violencia de Pareja

  • a) El control, limitando el contacto con otras personas. 
  • b) La agresión física. 
  • c) la agresión sexual, forzando relaciones no deseadas
Factores Riesgo 

Afecta gravemente a la salud mental y física de los jóvenes, así como a su desarrollo personal e integración social.  

Bulling- Intimidación escolar- Acoso

  • Es una conducta negativa, intencional metódica y sistemática de intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico contra un niño, niña o adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado, ante la indiferencia o complicidad de su entorno.

  • El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima escolar del establecimiento educativo. 

Delincuencia Juvenil

  • Es multifactorial y está influenciado por 

    Factores individuales: como conductas de riesgo relacionada con violencias, impulsividad, consumo de sustancias psicoactivas.  

    Factores familiares: Involucramiento en actividades delictivas, falta de supervisión, violencia intrafamiliar. 

    Factores sociales: Entornos sociales y faltas de oportunidad educativas y laborales.  

Reclutamiento Forzado

  • Entre los principales riesgos están las amenazas de muerte para ingresar y salir de los territorios, el narcotráfico y la distribución de sustancias psicoactivas; ello origina un escenario de riesgo y la generación de incentivos monetarios para motivar la vinculación de los menores de edad a los grupos armados.  
     

Trabajo Infantil

Es todo trabajo o labor realizada por una niña, niño o adolescente que no alcance la edad mínima (16 años) de admisión al empleo y en los términos establecidos por la legislación nacional y que, por consiguiente, impida o limiten la educación y el pleno desarrollo de la niña, el niño o el adolescente; el que se ajuste a la definición de trabajo peligroso o aquel que está incluido como peores formas de trabajo infantil”.  

La situaciones y condiciones peligrosas, para las que niñas y niños son muy pequeños, privándolos de su infancia y exponiéndolos a condiciones extremadamente difíciles. Implica que la infancia realice trabajos en condiciones inapropiadas para su edad, que dañan su salud, moralidad y seguridad, lo que además les impide disfrutar de su derecho a la educación, al juego y a una vida saludable y digna. 

Sospecha de violencia

Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes: 

 Lesiones inexplicables: moretones, quemaduras, fracturas o cortes sin una causa clara. Marcas en el cuerpo como signos de ataduras, golpes repetidos o lesiones en diferentes etapas de cicatrización. uso de castigo físico intenso, cruel, inhumano o degradante. Lesiones en la vagina como consecuencia de la MGF.  

Dolores inexplicables: cefaleas, dolores abdominales o musculares sin causa médica aparente. 

Signos emocionales y conductuales: Miedo excesivo, temor a personas adultas, lugares o situaciones sin explicación clara, tristeza persistente, irritabilidad, retraimiento social, agresividad o cambios de humor extremos, pesadillas, trastornos del sueño o enuresis, intentos de autolesión o conductas suicidas.  

Indicadores en el comportamiento social y escolar: Bajo rendimiento escolar o desinterés repentino en actividades, evasión del hogar o intentos de fuga frecuente, relaciones conflictivas o dependencia excesiva de adultos. Acompañada de un adulto que refiere ser la pareja del menor de edad.   

Indicadores en cuidado:  situaciones de vulneración de derechos de niños o las niñas con daño real o amenaza de daño físico, emocional o psicológico. 

  • Hospitalizar o referir URGENTEMENTE según lo indicado en REFIERA y según el estado clínico del niño o niña.

  • Reanimación y estabilización del niño o niña según el estado clínico

  • Tratar las lesiones traumáticas.

  • Profilaxis de infección si se requiere.

  • Garantizar adecuada hidratación.

  • Asegure apoyo psicológico, legal y manejo por grupo de buen trato interdisciplinario de la institución.

  • Brinde primeros auxilios psicológicos si se requiere.

  • Diligencie la ficha de notificación y notifique al sistema de vigilancia epidemiológica sobre violencias y sobre violencias de género.

  • Notifique inmediatamente al sistema de protección (Comisaría de Familia, Defensoría de Familia, o quien haga sus veces en el territorio de acuerdo a lo dispuesto en el artículo de la Ley 1098 de 2006).

  • Avise a la justicia (Policía de Infancia y Adolescencia, Fiscalía General de la Nación) o al Ministerio Público (Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, personerías distritales o municipales) según el procedimiento previamente establecido en la institución. Esta triple notificación es obligatoria de acuerdo a lo establecido en la Ley 1438 de 2011 (artículo 21) y no solo ante la confirmación de los casos sino también frente a la sospecha (17).
  • Documente de forma completa en la historia clínica.
  • Evalúe traumatismos ocultos o previos (fracturas de huesos largos, fracturas en distintos estadios de evolución, fracturas costales, hemorragias retinianas, etc.) para terminar de caracterizar el cuadro. Recuerde que suele existir presencia simultánea de varios tipos de violencia.
  • Active la ruta intersectorial para la atención integral de las violencias y de las violencias de género de acuerdo a lo establecido en las guías y protocolos vigentes.
  • Complete la evaluación integral en salud, teniendo presente la clasificación nutricional, la presencia de otras enfermedades y la detección de alteraciones del desarrollo.
  • Asegure el establecimiento de un mecanismo de seguimiento de largo plazo para el acompañamiento del niño o niña y de su familia. Se ha visto que el seguimiento de largo plazo es fundamental para evitar las recurrencias y para mejorar la dinámica de relacionamiento familiar y de cuidado de los niños y las niñas.
  • Tenga presente que en el seguimiento a largo plazo puede apoyarse de forma complementaria por medio de comunicaciones telefónicas, las cuales no reemplazan los procedimientos de atención presencial.
 

Sospecha de violencia sexual

Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes:

  • Presencia de indicadores que puedan sugerir la presencia de violencia sexual de acuerdo a lo consignado en el Modelo y el Protocolo deAtención Integral en Salud para Víctimas de Violencia Sexual (Resolución 459 de 2012 o normatividad vigente).
  • Relato de eventos que sugieran violencia sexual. Tenga presente que este relato puede provenir por parte del niño, niña o del cuidador, y que desde el sector salud (el nuestro), siempre se debe creer en el relato de las víctimas.
Para la atención de estos casos, debe cumplirse lo establecido en la Resolución 459 de 2012 (13) o la normatividad vigente sobre el Modelo y el Protocolo de Atención Integral en Salud para Víctimas de Violencia Sexual (“Código blanco/fucsia”). Sin desmedro de esto, se recomienda tener presente:
  • Hospitalizar o referir URGENTEMENTE según lo indicado en REFIERA, según el estado clínico del niño o niña y la capacidad resolutiva de la institución.
  • Reanimación y estabilización del niño o niña según el estado clínico.
  • Evite la revictimización (interrogatorios o examinaciones repetidas, generar culpabilidad por la violencia, etc.).
  • Realice una completa valoración clínica inicial de la víctima (Anamnesis de la víctima de violencia sexual, examen clínico general, examen clínico genital y anal de la víctima de violencia sexual, establecimiento de los Diagnósticos clínicos). Tenga presente contar con el consentimiento informado para la realización del examen físico.
  • Tome las pruebas diagnósticas necesarias para explorar el estado de salud de la víctima en la evaluación inicial (en las primeras 72 horas, en consultas entre cuatro y cinco días después de la agresión sexual y después de cinco días). Tome muestras para la evaluación clínica y como elementos materiales de prueba. Asegure la cadena de custodia.
  • Asegure profilaxis sindromática para ITS.
  • Asegure profilaxis para VIH/Sida.
  • Trate las lesiones traumáticas.
  • Asegure una intervención terapéutica inicial especializada en salud mental para la víctima durante la primera consulta
  • Derive hacia otros profesionales de la salud requeridos para asegurar la atención integral de las víctimas de violencia sexual.
  • Diligencie inmediata la ficha de notificación y notifique al sistema de vigilancia epidemiológica sobre violencias y sobre violencias de género.
  • Notifique inmediatamente al sistema de protección (Comisaría de Familia, Defensoría de Familia, o quien haga sus veces en el territorio de acuerdo a lo dispuesto en el artículo de la Ley 1098 de 2006) (16).
  • Avise inmediatamente a la justicia (Policía de Infancia y Adolescencia, Fiscalía General de la Nación) o al Ministerio Público (Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, personerías distritales o municipales) según el procedimiento previamente establecido en la institución. Esta triple notificación es obligatoria de acuerdo a lo establecido en la Ley 1438 de 2011 (artículo 21) y no solo ante la confirmación de los casos sino también frente a la sospecha (17)
 

Sospecha o riesgo de mutilación genital femenina (MGF)

 

La MGF es una práctica tradicional nociva, una forma de violencia basada en género, una forma de discriminación basada en sexo y género, y un tipo de violencia sexual que tiene una gran repercusión en la salud y el ejercicio de los derechos sexuales y de los derechos reproductivos de las niñas, las adolescentes y las mujeres víctimas.
 
Según la Organización Mundial de la Salud – OMS (2018), la MGF incluye todos los procedimientos que involucran la remoción parcial o total de los genitales externos u otras lesiones de los órganos genitales femeninos (como la sutura de los labios mayores o las punciones del clítoris) por razones no médicas.
 
En Colombia se presentan casos en comunidades indígenas, especialmente del pueblo Embera. Estos casos se han presentado en diferentes municipios y ciudades del país, por lo que debe considerarse su existencia en la atención de niñas indígenas en primera infancia.
 
Para ampliar sus conocimientos sobre este tipo de violencia, se recomienda la lectura del documento“ Orientaciones y lineamientos para el abordaje y la atención integral en salud de las víctimas demutilación genital femenina en Colombia” (20).
  • Tenga presentes las condiciones de alto riesgo para la MGF:
  • La niña no es llevada a los servicios de salud y la madre es reacia a que le realicen un examen genital a la niña
  • La niña o una hermana pide ayuda.
  • La niña le menciona que tiene que hacerse un “procedimiento especial” para ser “reconocida como una mujer” o para “llegar a ser como mi mamá o mi hermana”.
  • Padres, madres o cuidadores que respaldan la MGF.
  • A la hermana, la madre o la prima de la niña le han realizado MGF.
  • Garantice la atención inicial como una valoración de urgencias e incluya los siguientes elementos:
  • Diagnóstico y clasificación del tipo de MGF.
  • Evaluación y manejo de las consecuencias (inmediatas, de corto o largo plazo) de la MGF.
  • Registro en la historia clínica de las actividades realizadas en la consulta y de los hallazgos.
  • Activación de ruta sectorial e intersectorial.
  •  Solicitud de valoraciones interdisciplinarias o remisión a institución prestadora de servicios de salud (IPS) para la realización de estas valoraciones o para el manejo de las complicaciones de la MGF.
  • Establecimiento del plan de atención y seguimiento de acuerdo a los hallazgos.
  • Promoción de las actividades de las Rutas Integrales de Atención en Salud y la RIA de Violencias, tramo de violencias de género para la promoción de la salud y los derechos sexuales y los derechos reproductivos.
  • Diligencie la ficha de notificación y Notifique al sistema de vigilancia epidemiológica sobre violencias y sobre violencias de género-SIVIGE.
  • Notifique inmediatamente al sistema de protección (Comisaría de Familia, Defensoría de Familia, o quien haga sus veces en el territorio de acuerdo a lo dispuesto en el artículo de la Ley 1098 de 2006) (16).
  • Avise inmediatamente a la justicia (Policía de Infancia y Adolescencia, Fiscalía General de la Nación) o al Ministerio Público (Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, personerías distritales o municipales) según el procedimiento previamente establecido en la institución (17).
  • Documente de forma completa en la historia clínica.

Riesgo de violencias y/o de problemas en la crianza y el cuidado

 

Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes: 

  • Aumento del riesgo psicosocial del cuidador (utilice los instrumentos y parámetros del módulo de salud mental en la primera infancia sobre evaluación del riesgo psicosocial del cuidador). 
  • Fallas en la crianza o comportamiento de padres o cuidadores con actitudes que puedan relacionarse con capacidad de daño físico, emocional o psicológico en el niño o niña. 
  • Exposición de la niña o niño a violencia intrafamiliar (tenga presente que este aspecto específico podría ser evaluado también como una forma de violencia y, por lo tanto, se debería proceder según lo indicado en el color rojo). 
  • Patrones de crianza autoritaria/dictatorial o negligencia en el descuidado en su higiene/presentación o su salud. 
  • Niña o niño o con historia de accidentes a repetición. 
  • Niñas, niños y adolescentes que exhiben conductas disruptivas o agresivas pueden estar en riesgo de involucrarse en situaciones violentas o ser víctimas de estas.  
  • La exposición a conflictos familiares, negligencia o falta de supervisión.  

 

 Presencia de dificultades para garantizar los derechos fundamentales del niño o niña (registro civil, salud, alimentación, educación, protección, cuidado amoroso, etc.).
  • Relato o evidencia de vulnerabilidad social. 
  • Antecedente de experiencias adversas en la infancia (depresión materna, abuso parental de sustancias psicoactivas, presencia de violencia doméstica o comunitaria, inseguridad alimentaria y pobre red de apoyo social) o que puedan sugerir estrés tóxico (18). Puede utilizar alguna escala de tamizaje específica de Experiencias Adversas de la Infancia (Adverse Childhood Experiencies-ACE).
  • Documente de forma completa en la historia clínica.
  • Enseñe cuándo volver de inmediato.
  • Asegurar control en 7-14 días para verificación de aplicación de rutas de protección.
  • Asegure el establecimiento de un mecanismo de seguimiento de largo plazo para el acompañamiento del niño o niña y de su familia. Se ha visto que el seguimiento de largo plazo es fundamental para evitar las recurrencias y para mejorar la dinámica de relacionamiento familiar y de cuidado de los niños y las niñas.
  • Tenga presente que en el seguimiento a largo plazo puede apoyarse de forma complementaria por medio de comunicaciones telefónicas, las cuales no reemplazan los procedimientos de atención presencial.
 

No hay sospecha de violencia

 

   No se cumplen criterios ni tiene indicadores para clasificarse en alguna de las categorías anteriores.

  • Felicite a la madre.
  • Promueva el buen trato y la eliminación del castigo físico. Tenga presente que recientemente se aprobó la Ley 2089 del 2021 para la erradicación del castigo físico, humillante y/o degradante y cualquier tipo de violencia como método de corrección contra niñas, niños y adolescentes en Colombia, por lo que es conveniente conocer el texto sancionado y promover su contenido.
  • Promueva para la crianza amorosa y basada en derechos (“Crianza positiva” o “Crianza Humanizada”) con recomendaciones anticipadas basadas en el desarrollo infantil.
  •  Asegurar la participación de la consulta de valoración integral en salud y de los demás procedimientos de la RPMS (19).
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