El desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes constituye una etapa fundamental para la planificación de las diferentes trayectorias de vida hacia la juventud, la adultez y la vejez. Uno de los principales factores que afecta este desarrollo está relacionado con la exposición a la violencia, tanto directa como indirecta. En Colombia, se han identificado diversas formas de violencia desde los primeros años de vida, tales como el abandono, la negligencia, la violencia psicológica o emocional en el contexto de la familia (Violencia Intrafamiliar), el castigo físico, él bebe zarandeado y la violencia sexual que es grave y frecuente, entre estas últimas la explotación sexual y comercial. Asimismo, en la adolescencia, prevalecen otras formas de violencia, como la violencia de pareja, la delincuencia juvenil, la explotación laboral, el acoso en los entornos escolares, comunitarios digitales y el reclutamiento forzado, entre otras.
Es fundamental que los profesionales de la salud identifiquen de manera temprana las situaciones, condiciones, prácticas de violencia, considerando cada etapa del curso de vida (primera infancia, infancia y adolescencia). Esto permite implementar estrategias de intervención oportunas y efectivas, adaptadas a las necesidades específicas de cada grupo etario. La detección precoz de situaciones de violencia no solo previene consecuencias físicas y psicológicas graves, sino que también contribuye al bienestar integral y al desarrollo pleno de niñas, niños y adolescentes. Además, favorece la promoción de entornos familiares seguros, donde las prácticas de cuidado y crianza se fortalezcan, respetando los recursos y las dinámicas propias de cada familia.

En esta definición, se identifican algunos elementos clave para comprender la dinámica de la violencia: el carácter intencional, el uso efectivo o potencial de una fuerza o poder, la probabilidad de daño y no solo su evidencia, y la variabilidad de las consecuencias de la violencia.
“Todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia o explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder” (1).
Adicional a los elementos anteriormente expuestos, se reconoce que en la violencia contra los niños y las niñas existe un aspecto muy importante que es el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.
Esto quiere decir que el principal entorno en el que se produce o puede producirse la violencia contra los niños y las niñas, es la familia. Por este motivo, es vital tener presente que, en el momento de evaluar el riesgo de violencia contra niños y niñas, se debe evaluar no solo al niño o niña sino también el riesgo psicosocial del cuidador, la dinámica de relacionamiento familiar, las personas a cargo del niño o la niña, el lugar de residencia relacionada con formas de violencia juvenil, conflicto armado, la utilización del castigo físico como una forma de disciplina.
Para apoyar esta evaluación, tenga presente lo contenido en:

Fuente: Construcción Propia Basada en el informe sobre violencias contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015 – 2021.
Reconoce y comprende que todas las formas de violencia tienen un impacto negativo en el desarrollo físico, emocional y psicológico de las personas. Este enfoque busca crear entoros seguros y empáticos, minimizando el riesgo de re-traumatización y fomentando la recuperación mediante intervenciones sensibles a las experiencias traumáticas, adaptadas a las necesidades individuales de cada persona.
Se refiere a una respuesta intensa y prolongada del cuerpo al estrés, causada por experiencias adversas severas, como violencia o abandono, sin el apoyo emocional adecuado de un adulto culdador. Este tipo de estrés puede afectar negativamente el desarrollo cerebral, fisico y emocional, con consecuencias a largo plazo en la salud y el bienestar de niños y niñas.
La estrategia INSPIRE (2), ofrece un marco de política encaminado a la erradicación de la violencia contra de niños, niñas y adolescentes, por lo que propone siete tipos interrelacionados de prácticas o intervenciones para cumplir su objetivo de forma intersectorial e interinstitucional.
Desde el marco de INSPIRE, se reconoce que durante las distintas etapas de la infancia y la adolescencia se pueden manifestar diversas formas de violencia. Sin embargo, se identifican tres tipos que suelen presentarse con mayor frecuencia: la violencia en el ámbito familiar, que incluye el maltrato infantil a través de castigos físicos; la violencia emocional o psicológica, el ser testigo de situaciones de violencia y la violencia sexual en los entornos cercano.
El poder para acabar con las violencias contra niños, niñas y adolescentes esta en tus manos
Tipo de violencia por grupo de edad afectado
Tomado de INSPIRE, siete estrategias para poner fin a la violencia contra niños y niñas. Obsérvese la extensión de la franja blanca correspondiente a los 3 tipos de violencia (maltrato infantil, violencia sexual y violencia emocional) que afectan principalmente a niños y niñas en primera infancia.
La violencia contra niños y niñas no sólo produce daños de tipo físico -ya sea lesiones o la muerte-, sino que abarca una amplia paleta de consecuencias que va desde comportamientos peligrosos, daños psicológicos, disminución del rendimiento educativo, enfermedades transmisibles y no transmisibles, entre otras.
Estas consecuencias pueden presentarse a corto, mediano o largo plazo, e incluso, podrían tener un efecto intergeneracional.
“Se define abuso o maltrato por la existencia de un sujeto en condiciones superiores (edad, fuerza, posición social o económica, inteligencia, autoridad) que comete un daño físico, psicológico o sexual, en contra de la voluntad de la víctima o por un consentimiento obtenido a partir de inducción o seducción engañosa” (3).
Para que los profesionales de la salud puedan identificar y abordar las diversas formas de violencia contra niñas y niños, es fundamental comprender los factores de riesgo que pueden incidir en su manifestación que ser complementarios a los signos y síntomas que se manifiestan en la salud integral. Según el modelo ecológico social de INSPIRE, estos factores se agrupan en cuatro niveles interrelacionados: individual, relaciones interpersonales y comunitario. La identificación temprana de estos riesgos permite desarrollar estrategias de prevención y atención adecuadas. A continuación, se presentan los principales aspectos a considerar en cada uno de estos niveles.
Factores de riesgo que inciden en el arraigo de la violencia contra niños y niñas. Basado en el modelo ecológico social propuesto por INSPIRE (2), teniendo en cuenta la interacción entre los distintos factores.
Es necesario identificar los factores de protección como las acciones del buen Trato. se entiende como toda manifestación de afecto, cuidado, protección y apoyo brindado por la familia, el entorno social cercano o las instituciones encargadas de la atención infantil, con el fin de garantizar el desarrollo integral de niños y niñas. Este desarrollo abarca dimensiones afectivas, físicas, psicológicas, sexuales, intelectuales y sociales.
La protección, como parte esencial del Buen Trato, se expresa en condiciones de bienestar promovidas por padres, familias, comunidades o la sociedad, que actúan como factores protectores y contribuyen a reducir el riesgo de violencia infantil.(5)
Entre los elementos del buen trato se encuentra:
Aspectos biológicos y de la historia personal:
Es importante tener en cuenta que los riesgos individuales por sí solos no constituyen un riesgo para violencias, solo que sumado entre ellos, además de los factores interpersonales, comunitarios y sociales se constituyen en riesgos de las diferentes formas y tipos de violencias.
Incluyen todas aquellas características de los entornos como las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades que aumentan el riesgo de violencia.
Como elemento del buen trato evalúa dos componentes: las capacidades parentales fundamentales y las habilidades parentales. Las primeras se definen como el conjunto de capacidades cuyo origen está determinado por factores biológicos y hereditarios, y son modulados por las experiencias vitales y son influenciados por la cultura y los contextos sociales.
Son los recursos emocionales, cognitivos y conductuales que madres, padres y otras personas encargadas de su cuidado, poseen para responder a sus necesidades y generar lazos de apego. Esto se manifiesta en la sensibilidad y disponibilidad del “adulto cuidador/a” para atender y comprender a niñas y niños, lo que facilita el desarrollo de una relación segura y afectuosa. La capacidad de vinculación afectiva no depende de factores biológicos, sino de las experiencias previas de apego y la historia de vida de cada cuidador o cuidadora.
Capacidad de percibir las vivencias internas de los niños y niñas, a través de la comprensión de sus manifestaciones emocionales y gestuales a través de las cuales manifiestan sus necesidades. Los padres, madres y cuidadores que tienen esta capacidad son capaces de sintonizar con el mundo interno de los niños y niñas para responder adecuadamente a sus necesidades. Los trastornos de la empatía están en estrecha relación con los trastornos del apego.
Saber responder a las demandas de cuidados de un hijo o una hija, así como protegerle y educarle son el resultado de complejos procesos de aprendizaje.
Esto se refiere a la capacidad de pedir, aportar y recibir ayuda de sus redes familiares y sociales, incluyendo las redes institucionales y profesionales que tienen como mandato promover la salud y el bienestar infantil (6).
Según Maturana se puede definir como toda conducta en que tratamos al otro como un legítimo otro, en convivencia con otros. En este sentido, se entiende como ayuda o cooperación para la supervivencia entre seres humanos (7).
La capacidad para ayudar a niñas y niños a reconocer las diferentes emociones que existen y la forma en la que se expresan.
reconociendo espacios seguros y personas sobre las cuales se pueden apoyar el cuidado tanto en la familia como en la comunidad para mayor supervisión de niñas, niños y adolescentes.
Permitir a las niñas, niños y adolescentes estar en espacios de socialización que refuercen su autonomía, habilidades sociales, el reconocimiento de personas seguras y la identificación de redes.

Al identificarse cualquier forma de violencia en niños, niñas y adolescentes el profesional de la salud deberás activar la ruta establecida en la Institución para la garantía de los derechos. Una de las consecuencias más graves de las violencias es a la salud mental por eso su abordaje debe darse desde el enfoque basado en el trauma, los efectos al proceso de neurodesarrollo de niños, niñas y adolescentes puede traer consecuencias a corto, mediano y largo plazo problemas psicosociales y trastornos mentales. La protección a su salud mental permite el fortalecimiento de habilidades para la vida, esto no es posible si no se garantiza relaciones seguras y procesos de interacción social en los diferentes ámbitos de la vida apropiados para su desarrollo.
El CONPES 3922 de 2020 y La Política de salud Mental 2024 – 2033 propone procesos de articulación intersectorial que garanticen los servicios de salud mental de ahí la importancia de llevar a cabo la identificación de servicios territoriales para la garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Asociación de ayuda mutua adversidad temprana y apego (2024) Los tres pilares del cuidado sensible del trauma. España- Extraído de la página https://xn--petalesespaa-khb.org/los-3-pilares-del-cuidado-sensible-del-trauma/.
Boston Medical Center (2025) 18 recomendaciones para implementar enfoques basados en el trauma en pediatría. Extraído de la página. https://www.bmc.org/es/node/128766 y https://www.bmc.org/sites/default/files/Programs___Services/Programs_for_Children/Urban-Children-Families/TIC-recommendations-FINAL.PDF
Chávez P. y León P. (2022). Promoviendo la capacidad de autocontrol en niñas y niños: conceptos y estrategias en contexto. Revista Innovaciones Educativas / ISSN 2215-4132 / Vol. 24 / No. 37 / Julio – diciembre, 2022 extraída de la página https://www.scielo.sa.cr/pdf/rie/v24n37/2215-4132-rie-24-37-119.pdf
Fundación la Caixa. (2024) Violencia de pareja en las relaciones de pareja. Estriado de la página: https://elobservatoriosocial.fundacionlacaixa.org/es/-/violencia-en-las-relaciones-de-pareja-entre-adolescentes
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2021) TBRI – Herramientas para la aplicación de las modalidades y Servicios de Protección- Extraído de la página https://www.icbf.gov.co/system/files/procesos/pu8.p_cartillatbri_intervencion_relacional_basada_en_la_confianza_v1.pdf
Instituto Nacional de Bienestar Familiar (2021) Trabajo infantil. Extraído de la página: https://www.icbf.gov.co/programas-y-estrategias/proteccion/trabajo-infantil
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. (2015). Adolescentes, jóvenes y delitos “Elementos para la comprensión de la delincuencia juvenil en Colombia” Publicado Observatorio del Bienestar de la Niñez. Extraído de la página: https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/delincuencia_juvenil_web.pdf?utm_source=chatgpt.com
Chrome-
Marrone Mario (2022). La teoría del apego y algunos aspectos de sus aplicaciones clínicas. Revista Psirelacional. Extraída de la página: https://revistapsirelacional.pt/wp-content/uploads/2022/11/mario-marrone-es.pdf
Ministerio De Educación Nacional (s.f) Guía de promoción de los derechos humanos sexuales y reproductivos, prevención y detección del acoso escolar. Extraído de la página https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-328700_archivo_prevencion_atencion_acoso_escolar.pdf
Némesis M., Génesis R., Henríquez M. y Gautreaux K, (Sin. F) Apego y perdida. Extraído de la página:
Organización Mundial para la salud (2016) Siete estrategias para poner fin a las violencias contra los niños y las niñas. Extraído de la página: https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/Child-Victims/Report_in_Spanish.pdf
Organización Mundial para la salud (2016) Siete estrategias para poner fin a las violencias contra los niños y las niñas – magnitud de la violencia contra niños y niñas. Extraído de la página: https://cdn.togetherforgirls.org/assets/files/INSPIRE-infografi%CC%81a.pdf
Organización Mundial para la Salud. (2024) Maltrato Infantil. Extraído de la página https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/child-maltreatment
Organización Mundial para la Salud. (202o) Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia contra los niños. Extraído de la página: https://www.who.int/es/teams/social-determinants-of-health/violence-prevention/global-status-report-on-violence-against-children-2020
Organización Mundial de la Salud y UNICEF (2020) Orientación para familias sobre Autorregulación emocional y alternativas para eliminar la violencia en la crianza. Extraída de la página https://www.unicef.org/lac/media/13906/file/Autorreguacion-Emocional-Famiias-Prevencion-Violencia.pdf
Programa Aura (2024) Guía de buenas prácticas en la atención de las violencias de género. España Extraído de la página: https://www.rehueong.com.ar/sites/default/files/2025-02/Gu%C3%ADa%20de%20Buenas%20Pr%C3%A1cticas%20en%20la%20Atenci%C3%B3n%20a%20La%20Violencia%20de%20G%C3%A9nero.pdf
Servicio de Infancia y Familia (2022) Guía de indicadores de situaciones de riesgo y desprotección infantil en niños y niñas de 6 a 12 años. Colección de temas municipales. Ayuntamiento de Victoria Gasteiz. Extraído de la página https://www.vitoria-gasteiz.org/docs/wb021/contenidosEstaticos/adjuntos/es/05/56/100556.pdf
Sistema Nacional de Coordinación de Responsabilidad Penal Adolescente. (2022) Política Pública de prevención del delito de adolescentes y jóvenes. Extraído de la página https://www.politicacriminal.gov.co/Portals/0/Biblioteca/Poli%C2%B4tica%20Pu%C2%B4blica%20%20Nacional%20de%20Prevenci%C3%B3n%20del%20Delito%20AJ%202022%20WEB.pdf?utm_source=chatgpt.com
UNICEF (2025) que es la mutilación femenina (2025) Extraída de la página: https://www.unicef.org/es/historias/lo-que-debes-saber-sobre-la-mutilacion-genital-femenina
UNICEF (2025) Matrimonio Infantil y Uniones tempranas en América Latina y el Caribe. Una alianza por los derechos de las niñas y los niños. Extraída de la página: https://www.unicef.org/lac/matrimonio-infantil-y-uniones-tempranas-en-am%C3%A9rica-latina-y-el-caribe
UNICEF y la Universidad de Edimburgo (2021) informe sobre violencias contra niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe 2015 – 2021. Extraído de la página: www.unicef.org/lac/media/29031/file/Violencia-contra-ninos-ninas-y-adolescentes-en-America-Latina-y-el-Caribe-2015-2021.pdf
USAID (s.f) ABC sobre la prevención del reclutamiento de niños, niñas y adolecentes por parte de grupos armados organizados al margen de la ley y grupos delictivos organizados. Extraído de la páginahttps://repository.iom.int/bitstream/handle/20.500.11788/397/COL-OIM%200384.pdf?sequence=1&isAllowed=y
UNHCR (2021) Guía del ACNUR relativa al alcance de los resultados de protección de la niñez y la adolescencia a través de intervenciones de asistencia en efectivo. Extraída de la página https://www.unhcr.org/ie/sites/en-ie/files/legacy-pdf/62bab9cc4.pdf
La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que afecta a niñas y mujeres en diversas regiones del mundo, incluida Colombia, donde ha sido identificada en ciertos contextos culturales. Debido a las dinámicas de migración y movilidad de la población, es posible que esta práctica se presente en distintos departamentos del país, lo que hace necesario un abordaje informado y respetuoso de la diversidad cultura.
Afecta gravemente a la salud mental y física de los jóvenes, así como a su desarrollo personal e integración social.
Es una conducta negativa, intencional metódica y sistemática de intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico contra un niño, niña o adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado, ante la indiferencia o complicidad de su entorno.
El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima escolar del establecimiento educativo.
Es multifactorial y está influenciado por
Factores individuales: como conductas de riesgo relacionada con violencias, impulsividad, consumo de sustancias psicoactivas.
Factores familiares: Involucramiento en actividades delictivas, falta de supervisión, violencia intrafamiliar.
Factores sociales: Entornos sociales y faltas de oportunidad educativas y laborales.
Es todo trabajo o labor realizada por una niña, niño o adolescente que no alcance la edad mínima (16 años) de admisión al empleo y en los términos establecidos por la legislación nacional y que, por consiguiente, impida o limiten la educación y el pleno desarrollo de la niña, el niño o el adolescente; el que se ajuste a la definición de trabajo peligroso o aquel que está incluido como peores formas de trabajo infantil”.
La situaciones y condiciones peligrosas, para las que niñas y niños son muy pequeños, privándolos de su infancia y exponiéndolos a condiciones extremadamente difíciles. Implica que la infancia realice trabajos en condiciones inapropiadas para su edad, que dañan su salud, moralidad y seguridad, lo que además les impide disfrutar de su derecho a la educación, al juego y a una vida saludable y digna.
Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes:
Lesiones inexplicables: moretones, quemaduras, fracturas o cortes sin una causa clara. Marcas en el cuerpo como signos de ataduras, golpes repetidos o lesiones en diferentes etapas de cicatrización. uso de castigo físico intenso, cruel, inhumano o degradante. Lesiones en la vagina como consecuencia de la MGF.
Dolores inexplicables: cefaleas, dolores abdominales o musculares sin causa médica aparente.
Signos emocionales y conductuales: Miedo excesivo, temor a personas adultas, lugares o situaciones sin explicación clara, tristeza persistente, irritabilidad, retraimiento social, agresividad o cambios de humor extremos, pesadillas, trastornos del sueño o enuresis, intentos de autolesión o conductas suicidas.
Indicadores en el comportamiento social y escolar: Bajo rendimiento escolar o desinterés repentino en actividades, evasión del hogar o intentos de fuga frecuente, relaciones conflictivas o dependencia excesiva de adultos. Acompañada de un adulto que refiere ser la pareja del menor de edad.
Indicadores en cuidado: situaciones de vulneración de derechos de niños o las niñas con daño real o amenaza de daño físico, emocional o psicológico.
Hospitalizar o referir URGENTEMENTE según lo indicado en REFIERA y según el estado clínico del niño o niña.
Reanimación y estabilización del niño o niña según el estado clínico
Tratar las lesiones traumáticas.
Profilaxis de infección si se requiere.
Garantizar adecuada hidratación.
Asegure apoyo psicológico, legal y manejo por grupo de buen trato interdisciplinario de la institución.
Brinde primeros auxilios psicológicos si se requiere.
Diligencie la ficha de notificación y notifique al sistema de vigilancia epidemiológica sobre violencias y sobre violencias de género.
Notifique inmediatamente al sistema de protección (Comisaría de Familia, Defensoría de Familia, o quien haga sus veces en el territorio de acuerdo a lo dispuesto en el artículo de la Ley 1098 de 2006).
Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes:
Considere esta clasificación si presenta al menos uno de los siguientes:
No se cumplen criterios ni tiene indicadores para clasificarse en alguna de las categorías anteriores.